¿Por qué los gerentes y directores de hoy en día valoran tanto la colaboración?
El proceso creativo dentro de una empresa requiere la capacidad de poner a trabajar juntas a personas con perfiles a veces muy diferentes. Para innovar, crear e inventar, hay que saber colaborar. Sin embargo, aunque la colaboración es un principio sencillo sobre el papel, su aplicación en la realidad operativa no siempre es fácil. No obstante, tiene mucho que ofrecer. Demostración.
La colaboración repercute en la eficacia de la ingeniería
Un estudio de Tech-Clarity señala que, por término medio, los ingenieros colaboran con 21 personas para elaborar productos sencillos y con 35 personas para elaborar productos más complejos. Estos colaboradores pueden ser otros ingenieros, operarios de fabricación, proveedores, clientes, jefes de producto, etc. Por lo tanto, la colaboración forma parte del trabajo de los ingenieros, además de sus otras tareas de diseño. La diferencia radica en la forma de organizarse para ser más eficientes, gestionar a todas estas personas y asegurar el seguimiento de su trabajo. Para que la colaboración sea eficaz, debe liberarse de las compartimentaciones, estar centralizada en una plataforma única y orientarse hacia la acción.
La colaboración es indispensable en un mundo descentralizado
La pandemia de COVID-19 ha acelerado la desmaterialización y la digitalización de los proyectos. Una buena colaboración facilita el trabajo conjunto entre ingenieros, directores de marketing y comerciales, por ejemplo. Dentro de un mismo equipo, algunas personas pueden estar en la oficina, teletrabajando en casa, de viaje, en las instalaciones de un cliente o trabajando desde el extranjero. A veces es aún más complejo cuando los equipos están en zonas horarias diferentes. La colaboración adaptada a un mundo descentralizado permite optimizar los costes mediante la organización de reuniones eficaces para la gestión de proyectos, la compartición de todos los documentos de trabajo y la aplicación de un enfoque colectivo en el que todos pueden integrar sus visiones, ideas y recomendaciones para mejorar la trazabilidad.
La colaboración permite que surjan innovaciones y nuevas ideas
La lluvia de ideas de varias personas permite movilizar todo el potencial de un concepto. Gracias a la desaparición del trabajo compartimentado nacen las innovaciones, cuando colaboradores con visiones diferentes se comunican entre sí. La autocontención nunca es buena para la innovación. Para ello, la creación de grupos de trabajo multidisciplinares entre ingenieros, diseñadores y especialistas en marketing, por ejemplo, permite crear valor. La innovación surge de compartir experiencias con personas de perfiles diferentes. Y si esto no acontece de forma natural, es posible dar un empujón a las cosas mediante talleres creativos y subgrupos por videoconferencia que reúnan diferentes culturas y experiencias. Un enfoque en el que el anonimato puede desempeñar un papel importante a la hora de aportar y compartir ideas: cuando no se sabe quién está detrás, no hay ideas preconcebidas ni creencias limitantes.
Para hacer tangibles la colaboración y la innovación, la visualización es entonces esencial para comprender mejor los proyectos y ayudar a todos a proyectarse para contribuir y producir comentarios constructivos. Esto hará que los múltiples hilos de correos electrónicos que ralentizan cualquier proyecto queden obsoletos para siempre.
La colaboración permite ahorrar tiempo
Navegar por el correo electrónico, la mensajería instantánea y los espacios de almacenamiento hace perder mucho tiempo. En cambio, una buena colaboración puede ser muy eficaz si se basa en una única herramienta en la que todo está centralizado. Con un espacio de almacenamiento seguro en línea, cada miembro, en función de su nivel de autorización, puede acceder desde cualquier terminal a la última versión del proyecto, al historial de intercambios, al documento de trabajo, y todo se comparte con un clic. Sencillo, rápido y eficaz.
Para que la colaboración funcione, es necesario, por supuesto, utilizar la herramienta adecuada, pero también formar y apoyar a los colaboradores para que la utilicen con eficacia. Se trata de un enfoque de gestión del cambio que puede tener un impacto significativo sobre la manera que las empresas tienen de trabajar y organizarse.
La colaboración reduce el riesgo de que se produzcan errores
Sorprendentemente, es muy frecuente que en el marco de un proyecto se utilicen datos obsoletos. Un estudio de Tech-Clarity indica al respecto que los ingenieros trabajan con información obsoleta el 28% de las veces. Esta falta de colaboración tiene consecuencias: más rediseños, plazos incumplidos y ciclos de diseño más largos. Una buena colaboración con las herramientas adecuadas limita el riesgo de que se produzcan errores y el uso de datos inútiles para el desarrollo del proyecto.
La colaboración es una ventaja competitiva en la organización de las empresas, al igual que la agilidad y las aptitudes interpersonales. Cuanto más se pueda liberar de los organigramas, más eficaz será, integrando a los distintos departamentos y colaboradores para que trabajen mejor juntos. Para los gerentes y directores, inculcar una mentalidad colaboradora también consiste en dar ejemplo con la mentalidad y las herramientas adecuadas.