Historia del CAD: de la mesa de dibujo a la revolución digital
El diseño asistido por ordenador (CAD) ha transformado radicalmente el proceso de diseño, dando paso a una era de precisión, eficacia y creatividad sin precedentes. La historia del CAD, desde sus inicios hasta su papel central en el mundo moderno, se ha construido en torno a un proceso de innovación continua al servicio de los imperativos de un diseño cada vez más rápido. Lea este artículo para conocer la historia del CAD.
La historia del CAD
Antes de la llegada de los ordenadores, el diseño se basaba en herramientas tradicionales como tableros de dibujo, reglas y compases. Este proceso era largo, tedioso y propenso a errores. Las modificaciones eran especialmente difíciles y a menudo había que rehacer gran parte del trabajo. «La historia del CAD comenzó con el dibujo, que seguía siendo más sencillo y barato que el mecanizado de prototipos. El dibujo es un medio de anticipar todos los elementos asociados al producto que se diseña. Con el tiempo, el diseño industrial se ha convertido en un lenguaje en sí mismo, con sus propios códigos y usos», explica Romain Faucher, Director Comercial de 3DEXPERIENCE EDU para empresas WW. Fue en este contexto en el que empezó a germinar la idea del CAD, impulsada por el deseo de mejorar la eficacia y la precisión del diseño. «Los primeros dibujos industriales se hicieron con tinta china, que es indeleble por naturaleza. Todos los desarrollos que han llevado de los dibujos a los programas de CAD han buscado satisfacer una necesidad central: poder modificar fácilmente los dibujos originales para mejorar constantemente los conceptos», prosigue Romain Faucher.
Los albores del CAD: los primeros pasos digitales
Los años 50 y 60 marcaron los primeros pasos del CAD, con la aparición de los primeros sistemas informáticos para crear dibujos técnicos. Aunque rudimentarios para los estándares actuales, estos sistemas sentaron las bases de la revolución que se avecinaba.
Patrick J. Hanratty está considerado uno de los pioneros del CAD. En 1957, desarrolló PRONTO (Program for Numerical Tooling Operations), el primer lenguaje de programación numérica para el diseño asistido por ordenador. Este software hizo posible controlar las máquinas-herramienta utilizando datos digitales, allanando el camino para la producción automatizada.
Ivan Sutherland también desempeñó un papel clave en el desarrollo del CAD. En 1963, creó Sketchpad, un programa revolucionario que permitía a los usuarios dibujar directamente en la pantalla de un ordenador utilizando un lápiz óptico. Sketchpad introdujo conceptos fundamentales del CAD, como la manipulación interactiva de objetos y la creación de formas geométricas complejas.
El auge del software CAD y la aparición de CATIA de Dassault Systèmes
Las décadas de 1970 y 1980 fueron testigos del auge del software de CAD, con la aparición de programas cada vez más sofisticados para la creación de modelos 3D. Estos programas empezaron a democratizarse, haciendo accesible el CAD a un mayor número de empresas e industrias.
En 1982, Autodesk lanzó la primera versión de AutoCAD, un software de CAD que se convertiría en una referencia en el sector. En este contexto, Dassault Systèmes lanzó en 1981 CATIA (Computer-Aided Three-Dimensional Interactive Design), un software de CAD que se convertiría en una referencia en el sector. CATIA permitió diseñar productos complejos en 3D, desde el primer boceto hasta la simulación de fabricación, revolucionando muchos sectores, como el aeroespacial y el automovilístico. «Cada vez utilizamos ordenadores más potentes. Al mismo tiempo, las técnicas de diseño evolucionan muy rápidamente. Al combinar ordenadores cada vez más potentes con conocimientos técnicos cada vez más desarrollados y programas de diseño cada vez más potentes, nos encontramos en un camino virtuoso en el que la innovación está al servicio de la innovación», comenta Romain Faucher.
CAD moderno: el poder del 3D y la plataforma 3DEXPERIENCE
Las décadas de 1990 y 2000 marcaron el advenimiento del CAD en 3D, con la aparición de software para crear modelos virtuales realistas e interactivos. El CAD 3D revolucionó el diseño, permitiendo a ingenieros y diseñadores visualizar y probar sus productos antes incluso de fabricarlos. En este entorno altamente competitivo, Dassault Systèmes ha seguido innovando con el lanzamiento en 2012 de 3DEXPERIENCE, una plataforma colaborativa que integra todas las etapas del ciclo de vida de un producto, desde el diseño hasta la fabricación, pasando por la simulación y la gestión de datos. Esta plataforma ha transformado la forma en que las empresas diseñan, fabrican y comercializan sus productos, fomentando la colaboración y la innovación.
Eficacia, precisión e innovación: la triple promesa del CAD
El CAD ofrece muchas ventajas sobre los métodos de diseño tradicionales. Al permitir crear diseños de forma más rápida y sencilla, gracias a potentes herramientas de dibujo y modelado, el CAD cumple una primera promesa de eficiencia en los ciclos de innovación. El CAD también permite lograr un mayor nivel de precisión en los diseños, gracias a la capacidad de definir dimensiones y tolerancias exactas. La otra ventaja esencial asociada al software CAD es la flexibilidad. La posibilidad de manipular objetos y formas de forma interactiva permite modificar los diseños en tiempo real. La dimensión colaborativa que ahora se asocia a software CAD como CATIA (integrado con la plataforma 3DEXPERIENCE) abre el camino a ciclos de innovación iterativos más ricos, dejando un lugar central a la inteligencia colectiva al permitir compartir e intercambiar archivos de diseño con total seguridad y absoluta trazabilidad. «El CAD sigue evolucionando a un ritmo vertiginoso, con el desarrollo de nuevas tecnologías como la realidad virtual, la realidad aumentada y la inteligencia artificial. Estas tecnologías prometen transformar aún más el proceso de diseño, ofreciendo nuevas posibilidades de visualización, interacción y automatización». El CAD es una herramienta esencial para las empresas e industrias que quieren seguir siendo competitivas en un mundo en constante cambio», concluye Romain Faucher.